Las niñas y los niños son el grupo de población, por edad, en mayores condiciones de vulnerabilidad, pobreza y desigualdad en México. De acuerdo con los datos del Coneval, es el grupo etario en que en menor medida se ha avanzado en la reducción de la pobreza multidimensional; y según el INEGI, en 2016 había casi 900 mil hogares en los que alguna niña o niño no comió durante todo el día. Este Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana fue publicado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo.
Ante este contexto, y a pesar de la promulgación de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes en 2014, en México se ha avanzado de manera lenta y desigual en el cumplimiento del amplio catálogo de derechos que nuestra Constitución y el marco jurídico le reconoce a la niñez mexicana.
En este volumen, los autores llevan a cabo una seria revisión en torno a los derechos reconocidos por la Ley, y los asocian a indicadores oficiales con la finalidad de dimensionar el grado de avance o de incumplimiento de este catálogo de derechos. Los resultados son preocupantes, pues la conclusión a la que se llega mediante el análisis de los datos, es un estado generalizado de incumplimiento y violación de los derechos en la infancia y la adolescencia.
A partir de un riguroso análisis descriptivo, ofrecen también una explicación e interpretación estadística, a través de diferentes estrategias metodológicas, logrando construir el primer Índice de los derechos de la niñez que cubre a todos los grupos de edad, desde un enfoque integral de los derechos humanos.
Ese es quizá uno de los elementos más relevantes de este texto: que ofrece una medición construida desde el enfoque de los derechos de la niñez, y que muestra todo lo que nos hace falta saber y construir para contar con un sistema nacional de información en los términos que establece la Ley.
En ese mismo sentido, el Índice de los derechos de la niñez ofrece información de suma relevancia para quienes diseñan y operan políticas públicas, pues documenta las disparidades regionales, pero también las brechas que existen en el cumplimiento de algunos derechos, respecto de otros en los que se tienen mayores niveles de logro.
Se trata de un enfoque innovador, que le da a toda aquella persona preocupada por la infancia, un amplio panorama del estado de la niñez en México, así como un instrumento de medición que puede servir como modelo para llevar a cabo otros análisis similares en gobiernos locales, e incluso en otros países.
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